lunes, 31 de diciembre de 2012

Enterrando Cadáveres



Los chinos lo conmemoran en febrero.


Los musulmanes, en julio.


Los judíos, en septiembre u octubre.


El 1er de enero, los cristianos.


El año nuevo no tiene una misma fecha
para todos los pueblos y culturas.


Pero tiene dos puntos en común para amarillos, negros y blancos:


todos lo consideran un hito - hora de volver la espalda al pasado y mirar hacia el futuro, y tiene una función - la de enterrar a los cadáveres.


Un cadáver huele mal. Por ello, se le da un destino. Algunos lo entierran. Devuelven a la tierra aquello que de ella salió. Otros lo incineran. Transforman en polvo lo que vino del polvo. Algunos lo entregan a pirañas, leones o perros. Creen pasar a otros animales la energía que mantuvo creativa a la persona en vida. Unos y otros, a su modo, intentan libertarse de lo pasado. Abren camino para que lo nuevo se manifieste.


Los psicólogos le confieren al cadáver un significado simbólico. "Cadáver", dicen, "no es sólo el cuerpo muerto. Es todo aquello que se debe olvidar".


Ejemplos nos sobran: el empleo perdido, el prestigio pasado, la fortuna que fue a parar a otras manos, el amigo que nos traicionó, el hijo que nos decepcionó, la belleza que se esfumó.


Es el momento de olvidarlos. Ir hacia adelante. No es fácil, por supuesto. Constituye un desafío diario; un ejercicio de hacer limpieza a fondo.


Es la hora de voltear la tortilla - tirar la ropa, los zapatos, la vajilla o la olla que atiborran el armario y que no se usan hace tiempo. Pasar adelante los libros que sobran en el estante. Unos porque ya los leímos; otros, porque jamás los leeremos. Por una razón, ya no nos sirven.


Más que abrir espacio en armarios y en estantes, el año nuevo nos invita al ensanche del espacio interior. Sugiere abrir las puertas al desapego.


Para ello, hay que dar un paso. Es el perdón. Olvidar odios, rencores y resentimientos. Se trata de cadáveres que piden sepultura.


Si no los enterramos, se paga caro con la salud, el humor o la tranquilidad de espíritu. Ningún enemigo vale tanto. Perdonarlos es saludable. Dios lo sabe. Además, dicen que perdonar es el único vicio del Señor.

Autora: Dad Squarisi

Texto publicado en el periódico Correio Braziliense


Adaptado y traducido por el profesor Walmir Sabino

¡Feliz Año Nuevo!      ¡Feliz 2013!

¡Qué nosotros podamos enterrar nuestros cadáveres

y que Dios nos brinde a todos con salud, paz y amor!


Profesor Walmir Sabino


No dejes de ver el vídeo de la canción UN AÑO MÁS del grupo español Mecano. La canción está en el apartado Ve, oye y aprende. Ella habla sobre la tradición de las 12 campanadas en la Puerta del Sol en Madrid en la Nochevieja y nos trae una reflexión sobre lo que nos pasó, lo que podemos aprender y hacer diferente o mejor en el año venidero.

Mecano es un grupo de los 80 y como podrás ver los vídeos traen el lenguaje de esta época. ¡Vaya nostalgia!

Bueno, espero que te guste. Un saludo muy cariñoso a ti y a los tuyos.

domingo, 18 de noviembre de 2012

Benjamín


¿Por qué se le llama así al último hijo?

No dejes de ver los vídeos que aparecen al fin de este texto.



 Este término se incorporó al idioma español a través de la tradición judeocristiana. Según la Biblia, Benjamín era el último hijo de Jacob y hermano de José.


¿Alguna vez escuchasteis la historia de José? Bueno, José fue vendido como esclavo por sus hermanos y después de mucho tiempo y sufrimiento llegó a ser el segundo en el poder en Egipto sólo detrás del Faraón.

(Para más información escucha aquí, a través de nuestro blog, el libro del Génesis a partir del capítulo 37 verso 1 hasta el capítulo 46 verso 1).


El nombre Benjamín además de referirse al hijo más pequeño se refiere también al hecho de ser éste objeto de la predilección de su padre renovándole la alegría en Jacob aunque en su vejez.

En el ya citado relato bíblico José al estar oculto en el papel de principal al frente de los negocios del gobernador de Egipto quiso que sus hermanos fueron acusados, por argucia suya, de ladrones ya que hizo esconder su copa en uno de los sacos de ellos.
Al descubrirse el robo él les propuso para hacerles revivir su pecado que le dejaran a Benjamín en rescate de todos. Entonces los hermanos mayores le dijeron a José que su padre no soportaría perder a este hijo porque el otro que le seguía lo habían devorado las fieras del campo.


De esta manera comprobó José que sus hermanos estaban arrepentidos de haber causado este gran dolor a su padre al venderle como esclavo por envidia, ya que era el preferido de su padre.
Al tomar este lugar Benjamín, José tuvo la certeza que no estarían dispuestos a volver a cometer la misma infamia. De allí que el Benjamín sea la alegría postrera de la familia.
¡El último y amado hijo! 

Ahora practica tu español 
viendo estos seis vídeos que cuentan 
la historia de José y sus hermanos 
incluyendo, por supuesto a Benjamín.




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